Una biblia (que apareció en una tienda gijonesa hace la
repera de tiempo en otra vida afortunadamente para todos y a muy buen precio,
que ya no existe y en la que se encontraban más de una y más de dos gangas) de
las que pretenden y consiguen, donde el caso y la casuística es el siguiente:
repaso elegante y general, de los de abrir boca, un who’s who que estimula el
apetito (con Lamantia sobre todo: ¿qué serrr Lamantia? En estos países nuestros
hay un poco menos que NADA, como siempre), y que hasta mete ganas de saber
quién es Dylan. De momento, vamos pisando huevos, y el presente no está mal
como lanzalíneas, aunque con tanto pescado congelado en la nevera, los dioses
dirán...