Antes de ir a Anexia a buscar más pantopón (que siempre hay
dealers que no nos defraudan, aunque cambien de esquina), la última digestión
en forma sólida que ha acabado siendo líquida, como no podía ser de otra forma
cuando del aids estamos hablando. Magnífico análisis, pero como siempre,
demasiado bueno: ¿convertir dos fantasmas fantasiosos en dos desquiciados de
carne y hueso es lícito? Of course it is, pero me cago en los cojones, a veces
uno no puede evitar echarse a llorar...
Pero que nos lo hemos pasado bien juntos, no lo discute
nadie, muchachote, y que tus fotografías siguen provocando erecciones en mi
alma, tampoco. Como siempre, no envidio tu vida, pero como siempre, no podemos
evitar punzadas de envidia por ser como eras en las cosas que eras, y no en las
que no eras. Que me quedo con tus fotos, hostia puta, y que ha sido un paseo de
lo más de lo más...
Te echamos de menos, Robert. Y tú, Patti, a ver cuándo
vuelves...